miércoles, 22 de abril de 2015

LA REFORMA PROTESTANTE.

A partir del s.XV, Europa se abre a la investigación (revolución científica) a la innovación y al descubrimiento.
Castellanos y portugueses ampliaron el mundo conocido o Ecúmene: descubrimiento de América por Cristóbal Colón, asentamientos en territorios africanos (Bartolomé Días), asiáticos (Vasco de Gama) y primera vuelta al mundo (1519-222) con Fernando de Magallanes y Juan Sebastián el Cano.
Además, la difusión del Renacimiento en arte y el Humanismo en literautura, ciencia o filosofía, gracias a la imprenta de Gutemberg, permitió que se extendiera la necesidad de extender la cultura (poniendo fin al Teocentrismo medieval) y de esta forma, poner en tela de juicio las prácticas de la Iglesia.
 
En el siglo XVI, esta corriente humanista defenderá:
- lo humano (Antropocentrismo) por encima de Dios,
- a la RAZÓN como valor supremo frente al criterio de la autoridad, 
- el interés por la ciencia y el progreso técnico,
- la recuperación de los valores de la antigüedad clásica (Grecia y Roma) y 
- la aparición de las diferentes lenguas vernáculas (castellano, francés, alemán) como vehículos de transmisión cultural al margen del latín culto de la Iglesia.
- Todo ello, unido al pensamiento burgués y en ocasiones anticlerical, tendrá su culmen con la grave crisis espiritual que se venía viviendo en Europa, fundamentalmente por causas como el lujo exagerado, la relajación en el cumplimiento de sus votos (obediencia, pobreza y castidad) ya que muchas veces no mantenían el celibato, pero por algunas más específicas como:
  • Nepotismo: tratos de favor y abusos de poder de la alta jerarquía clerical para conseguir sus objetivos y mantenerse en el poder.
  • Simonía: relacionado con el anterior, pero en este caso, consistía en la venta de cargos eclesiásticos, a aquellos "segundones" más adinerados pero no por ello más preparados o con mayor vocación.
  • Nicolaísmo: era costumbre del alto clero, estar acompañado por un mancebo que actuaba como criado y sobre los cuales eran muy común el abuso.
  • Indulgencias: venta del perdón de los pecados para "limpiar" las almas.
Humanistas cristianos como Erasmo de Rotterdam denunciaron "desde dentro" esta situación, defendiendo una religiosidad más pura e íntima, basada en la lectura fiel de la Biblia.

El hecho que catapultó la Reforma Protestante sería la venta de indulgencias (exurge Domine) del Papa León X a un príncipe alemán para sufragar la construcción de la remodelación de San Pedro del Vaticano.

Martín Lutero (1483-1546), sacerdote y monje agustino alemán, observó esa decadencia moral de la Iglesia y comenzó a elaborar una nueva doctrina. Ésta, la expondría en las 95 tesis que clavó en la puerta de la iglesia de Wittemberg, basándose en cinco principios básicos:
  • la salvación es por la fe y no por las buenas obras.
  • el "sacerdocio universal", es decir, la relación directa con Dios en la lectura de las Sagradas Escrituras pero sin intermediación o interpretación oficial de la Iglesia.
  • la negación del Purgatorio, la soberanía del Papa y de la alta jerarquía eclesiástica.
  • la eliminación de la idolatría, es decir, del culto a las imágenes  de la Vírgen y los Santos.
  • la reducción a dos sacramentos: bautismo y eucaristía (comunión).

VÍDEO DE MARTÍN LUTERO


Lutero, sería apoyado en un principio por los príncipes y nobles alemanes (PROTESTARON contra el Edicto de Worms en la Dieta de Spira de 1529, que condenaba a Lutero. De ahí el término, también utilizado, de protestantes, "evangélicos" o "reformados") deseosos de conseguir las enormes posesiones de la Iglesia y de reforzar su autoridad ante el emperador Carlos V y el Papa, y posteriormente se expandería por zonas como Dinamarca, Prusia, Suecia o Noruega.
En relación a su doctrina, aprecerá Juan Calvino en Suiza. Un calvinismo que defenderá la predestinación y que el trabajo dignifica al ser humano, que se extenderá a Francia (hugonotes), Inglaterra (puritanos) y Escocia (presbiterianos).
 
En Inglaterra, el monarca Enrique VIII instauraría el anglicanismo (el Papa Clemente VII le negaría la nulidad de su matrimonio con Catalina de Aragón) proclamando el Acta de Supremacía (1534) convirtiéndose en jefe supremo de la iglesia británica.

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