miércoles, 22 de abril de 2015

GOBIERNO AUSTRIAS

EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LOS AUSTRIAS

La política matrimonial de los Reyes Católicos tuvo, como consecuencia más importante, la instauración de la dinastía austriaca de los Habsburgo en España. El matrimonio entre Felipe “el Hermoso” de Hasburgo y Juana “la Loca” de Castilla, tuvo varios hijos, el mayor de los cuales, el futuro emperador Carlos, se convirtió en el heredero de ambas coronas y de uno de los mayores imperios de todos los tiempos.



Austrias Mayores”

Tras la unificación política y religiosa de los Reyes Católicos, la muerte de Isabel en 1504 puso en peligro la unidad. Sin embargo, la incapacidad de Juana la loca para gobernar, la muerte prematura de Felipe “el Hermoso” (que gobernó entre 1504-6) y el hecho que Fernando no tuviese más hijos con su nueva esposa Germana de Foix, permitió que la corona cayese en manos del nieto de los Reyes Católicos, Carlos I. En espera del cumplimiento de la mayoría de edad del príncipe heredero se establecieron la regencia del Cardenal Cisneros (1506-7), la regencia de Fernando de Aragón (1507-16), periodo caracterizado por la diplomacia exterior y la anexión de Navarra en 1512, y de nuevo la regencia de Cisneros (1516), periodo caracterizado por un aumento de la presión nobiliar.



Carlos I (1516 – 1556) “Imperio Universal”.

Nacido en Gante en 1500, su llegada al poder estaría condicionada por la extensa herencia que recibe por parte de:

  • su abuelo paterno Maximiliano de Habsburgo, Tirol, Austria y la parte sur de la Alemania con opción de heredar el imperio;
  • de su abuela María de Borgoña, hereda los Países Bajos, Flandes, Franco Condado y Charolais;
  • de su abuelo materno Fernando “el Católico”, la corona de Aragón con sus posesiones Mediterráneas (Nápoles “dos sicilias”) y norteafricanas (Orán, Bujía y Trípoli).
  • y de su abuela, Isabel “la Católica”, la corona de Castilla con sus posesiones en las islas Canarias y en América.



Política Interior:

Su política interior estuvo marcada por aspectos como su desconocimiento del idioma o la incorporación de su corte borgoñona, pero sobre todo su objetivo de convocar cortes con el único propósito de conseguir dinero para alcanzar su nombramiento como emperador alemán.

Estos provocarán diferentes revueltas como:

Las Comunidades (1520-22), que se inició al ser asesinado el procurador a Cortes Rodrigo de Tordesillas, por haber traicionado los intereses de la ciudad postrándose a los intereses del rey.

Sus líderes crearon la “Junta Santa de Ávila” pero Adriano de Utrecht respondió con energía y las tropas imperiales derrotaron a los comuneros en Villalar (1521). Sus líderes Bravo, Padilla y Maldonado fueron ejecutados.

Las Germanías de Valencia (1519-22) fue producto del enfrentamiento en la ciudad entre los menestrales, liderados por Lorenzo, Sorolla y Peris, y la nobleza. La creación de la “Junta de los Trece” y los disturbios se extendieron por el reino, pero la llegada de las tropas reales dirigidas por la Virreina, Germana de Foix, acabó con una terrible represión.

Semejante situación ocurrió en Mallorca (1520-23), donde germanías de menestrales y foráneos, liderados por Joanot Colom, asaltaron la ciudad de Palma, tomando por la fuerza el Castillo de Bellver y matando a sus caballeros. La flota real intentó negociar, pero los agermanados se negaron y la ciudad de Palma fue tomada a la fuerza por las tropas imperiales.

De otro modo, ante el problema morisco (falsos conversos) promulgó la Pragmática de 1518, que prohibía sus ritos y costumbres.



La política exterior:

Tiene como líneas principales:

- la conquista de América, protagonizada por Hernán Cortés en México entre 1519 y 1522, tras derrotar a los aztecas de Moctezuma en la batalla de Otumba en 1520; y por Francisco Pizarro en Perú entre 1531 y 1533, al derrotar a los incas de Atahualpa y capturar a este como prisionero en Cajamarca en 1532.

- sus cinco guerras contra la Francia de Francisco I:

Los motivos de hostilidad con este país se veían favorecidos por la enemistad personal entre reyes (por la elección imperial), cuestiones territoriales pendientes (herencia de María de Borgoña, incorporación de Navarra a Castilla, la rivalidad franco-aragonesa en Italia).

PRIMERA GUERRA (1520-1526): Aprovechando la sublevación de las Comunidades y con el pretexto de defender los derechos sobre Navarra del príncipe de Bearne, Francisco I invade este lado de los Pirineos. El conflicto se extendió a Italia. Los imperiales vencieron en Bicoca, pero Francisco I reacciona y recupera Milán en 1524. Los españoles vencen en Pavía en 1525 y Francisco I es hecho prisionero y trasladado a Madrid. Allí se firma el tratado de Madrid que el monarca francés, una vez liberado, no cumplió.

SEGUNDA GUERRA (1526-1529): Como el triunfo de Carlos fue demasiado rotundo, aparecieron recelos por doquier y se formó la Liga Clementina o de Cognac (Francia, Venecia, Florencia, Milán y el papa Clemente VII, liga a la que promete ayuda Enrique VIII de Inglaterra). Tampoco en esta ocasión los franceses saldrán adelante con sus planes. Aquí tiene lugar el saco de Roma (1527) por Carlos V como venganza. La paz que se firma en 1529 se denominó paz de Cambray o de las Damas.

TERCERA GUERRA (1536-37): Carece de importancia y se limita a una serie de escaramuzas que terminan con la tregua de Niza.

CUARTA GUERRA (1543-44): En la que los éxitos iniciales franceses son contrarrestados por Carlos con la invasión de Francia que llegó a dos jornadas de París. Inesperadamente se firmó la paz de Crepy.


- su cruzada contra el islam.

Tras su coronación imperial en Bolonia por el papa Clemente VII en 1530, Carlos V se presentará como paladín o defensor de la cristiandad.

Los turcos otomanos amenazaban Europa Oriental y el Mediterráneo y en 1526, Solimán “el Magnífico” atacó Hungría venciendo en la batalla de Mohacs y después sitió Viena entre 1529 y 1532. Tras levantar este asedio, Carlos V también luchará contra los piratas berberiscos liderados por el corsario Barbarroja (vasallo de Solimán y muchas veces apoyado por Francisco I) en Orán y la Goleta, conquistando Túnez (1535) y organizando otra expedición contra Argel en 1541 que acabará en derrota,


- la Reforma Protestante.

Al publicar Lutero sus 95 tesis en la iglesia de Wittenberg en 1517, Carlos V tuvo que iniciar la lucha contra los príncipes protestantes en el Imperio Alemán.

En 1530 el emperador convocó la Dieta de Augsburgo para evitar la escisión religiosa pero la respuesta fue la formación de la Liga Esmalcalda (1531) liderada por Felipe de Hesse y ayudada por Francia, Inglaterra y Dinamarca.

En este difícil contexto, Carlos V procedería a la convocatoria del Concilio de Trento (1545-63) para luchar contra el luteranismo mediante la Contrarreforma Católica.

Su idea imperial estaba influida por M. Gattinara, en la “Universitas Christiana”, es decir, el concepto medieval que unía al Papa y al Emperador en un intento de unir a toda la cristiandad.

Sin embargo, aunque Carlos venció a la Liga en la batalla de Mühlberg (1547) fueron sus discrepancias con el papa Paulo III en el Interim de Augsburgo, lo que haría el problema aún mayor.

Los protestantes, liderados posteriormente por Mauricio de Sajonia se unieron con Enrique II de Francia en el Tratado de Chambord (1552) contra el emperador en lo que fue la quinta guerra con Francia y la segunda contra la liga de Smalkalda (1552-1556), que terminaría en la tregua de Vaucelles (1556), por la que los contendientes conservarían sus conquistas. Un año antes, en la Paz de Augsburgo se consagraría la separación religiosa de Alemania con el famoso “Cuius regio, eius religio”.


- El Luteranismo entró en los Países Bajos desde 1518, y desembocó en una violenta revuelta en Gante (1539). En 1552 la situación religiosa y política hacía temer la pérdida de la herencia borgoñona por lo que se intentó paliar mediante la alianza con Inglaterra que incluía el matrimonio del heredero Felipe con María Tudor, garantizando el control del Canal de la Mancha.


El fin del Imperio de Carlos V tiene lugar al abdicar este en 1556 y retirarse al monasterio de Yuste (Cáceres), con lo que procedería al reparto de sus posesiones. El imperio alemán pasa a su hermano Fernando y el resto de los territorios son para su hijo Felipe.


Felipe II (1556 – 1598) “Imperio Hispánico”

Se caracteriza por recibir íntegra la herencia de su padre, salvo la corona imperial alemana, y a la que logrará unir Portugal en 1580, llegando al cénit del enorme imperio colonial español que se resume con su frase “En mis dominios, nunca se pone el Sol”.

Los objetivos fundamentales de su política son la defensa de la unidad católica y de la hegemonía española en el mundo. Pero sin embargo, el monarca impulsa el aislamiento cultural al prohibir a los estudiantes estudiar en el extranjero, excepto en la Universidad de Bolonia. Otro aspecto negativo es la excesiva burocratización que instaura en la administración del Estado, centralizada desde Madrid, su capital.

 
Política interior:

Ha de hacer frente a problemas como:

. El Príncipe Don Carlos, fruto de su primer matrimonio con María de Portugal, que murió de parto, quería ser Gobernador de los Países Bajos, pero su padre no lo creyó oportuno. La frustración le llevó a criticar abiertamente y con sarcasmo a su padre. Uno de los rebeldes, el conde de Egmont había estado en Madrid y había entrado en contacto con Don Carlos, que planeaba escapar a los Países Bajos. Egmont fue capturado y ejecutado en prisión, mientras Don Carlos fue internado en una pequeña prisión del Alcázar de Madrid y allí murió en extrañas circunstancias en 1568, lo que contribuyó a engrosar la “leyenda negra” del monarca.


. Guerra de las Alpujarras. Ya en 1565 los turcos invadieron Malta y se producen frecuentes ataques corsarios a las costas granadinas, llegándose a pensar que Granada podía convertirse en cabeza de puente para una intervención musulmana. La chispa fue la idea de una nueva Pragmática por la que en un plazo de 3 años tenían que aprender castellano, abandonar sus vestimentas, sus apellidos moros, costumbres, etc. Una insurrección en la Nochebuena de 1568 se extendió por las montañas de las Alpujarras. Fernando de Valor y Córdoba tomó el nombre de Aben Humeya y dirigió el movimiento que fue aplastado por Don Juan de Austria en 1570.


- Antonio Pérez. Secretario real, que por su traición había pasado 11 años confinado en prsión, debido al asesinato de Juan de Escobedo (secretario y mano derecha de Don Juan de Austria, hermano bastardo edel rey) escapó y llegó a Aragón en 1590 acogiéndose al Privilegio de Manifestación, por el cual un hombre perseguido por oficiales reales tenía el derecho de ser protegido por el Justicia Mayor, en ese momento, J. De Lanuza. Ambos tenían la intención de dirigir una revolución y convertir a Aragón en una República bajo la protección de Francia. Estos acontecimientos convencieron a Felipe II de enviar un ejército de 12 mil nombres al mando de Alonso de Vargas. Pérez, al ver que todo estaba perdido, huyó a Francia, y el Justicia fue secretamente encarcelado y ejecutado. Por las Cortes de Tarazona (1592), Felipe II se reservaba la facultad de nombrar la Justicia Mayor de Aragón.

En 1570, se casará por 4ª vez con Ana de Austria, del que nacerá Felipe III.



Política exterior:

Convertido en defensor a ultranza del catolicismo seguirá varias líneas como:

- Francia. Un año después de su ascenso al trono, Felipe tuvo que hacer frente a una alianza francopapal (Enrique II de Francia- 1519-59 -Pablo IV) y a una guerra que ganó en las batallas de San Quintín (1557) y Gravelinas (1558). En 1558 muere Carlos en Yuste y también muere María Tudor, dando al traste con la alianza entre España e Inglaterra. Se firmaría la paz de Cateau-Cambrésis en 1859 que reflejaba el equilibrio de poder existente en Europa. Francia renunciaba prácticamente a sus aspiraciones en Italia pero recuperaba Calais, conservando Metz, Toul y Verdún.

Ese mismo año Felipe II contrae matrimonio con Isabel de Valois, hija del soberano francés. Le favorecía “las guerras de religión”1547-98 (matanza de San Bartolomé en 1572) que dividían a Francia, con una monarquía (hijos de Enrique II: Francisco II, Carlos IX y Enrique II - “Guerra de los Tres Enriques”-) acosada por los Guisa (Liga católica dirigida por Enrique) y los hugonotes (calvinistas liderados por Gaspar de Coligny). Hasta 1589, sus armas fueron la diplomacia y la subversión. Se enviaron tropas españolas en apoyo a los Gisa desde Flandes al mando de Alejandro Farnesio, con el fin de plantear su reivindicación al trono francés en la persona de su hija, Isabel Clara Eugenia. Pero no fue posible. Muerto Farnesio en otra campaña en 1592, las perspectivas en Francia eran cada vez peores. Al final será coronado Enrique IV (Enrique de Navarra, de la dinastía de los Borbones) rey de Francia (1594), tras haber vuelto al catolicismo, aunque estableciendo la libertad de culto en el Edicto de Nantes. Declaró la guerra a Felipe II, que acabó con la Paz de Vervins en 1598, para poder seguir luchando en los otros dos frentes: Países Bajos e Inglaterra.


- Frente al Islam. En el Mediterráneo, España estaba a la defensiva desde la época de su padre. Pero en 1566 moría Solimán el Magnífico y el impero otomano quedó en manos del débil Selim II. Se firmó en 1571 la Liga Santa (Génova, Venecia y el papa Pio V), el cargo de comandante en jefe recayó en Don Juan de Austria de 24 años, las dos flotas, turca y aliada, se encontraron el 7 de octubre de 1571 en la batalla en la entrada del Golfo de Lepanto, donde la flota cristiana consiguió vencer de forma abrumadora consiguiendo Túnez y Bizerta. El enfrentamiento seguiría hasta la Tregua de 1581.


- Países Bajos. La raíz del problema se encontraba en la existencia de una resistencia de índole nacional a un monarca que pretendía gobernar los Países Bajos desde España, que se añadía a la difusión del calvinismo, que Felipe II no estaba dispuesto a consentir y las diferencias religiosas del sur católicos (valones) y el norte, luteranos, anabaptistas y desde 1563 calvinistas (los flamencos). Los decretos del Concilio de Trento debían ser aplicados y la herejía castigada. La respuesta de los calvinistas no se hizo esperar: asalto a iglesias y destrucción de imágenes en agosto de 1566.

Felipe II indignado decidió enviar al Duque de Alba (1568-72) a Flandes, el cual utilizó la crueldad para acabar con el levantamiento. Muchos se declararon rebeldes, entre ellos los duques de Horn, Egmont y el mismo príncipe Guillermo de Orange. Alba creó el Tribunal de Tumultos y en 6 años se condenó a más de mil personas a la pena de muerte. Entre los decapitados se encontraron Horn y Egmont. Luis de Nassau y Guillermo de Orange intentaban invadir, uno el norte y otro el sur del país, ambos fueron derrotados por el duque de Alba.

Entre 1572 y 1576 sucedió al duque de Alba, Don Luis de Requesens, que tenía instrucciones de llegar a una paz negociada (“Perdón General”).

Se reanudaron las hostilidades y Felipe II designó a Don Juan de Austria (1576-78) que llama a los tercios a cuyo frente iba Alejandro Farnesio. En 1578 obtiene una amplia victoria sobre el ejército de los Estados Generales y lo sustituye en el gobierno (1578-92). Se creó la Unión de Arrás o Provincias Valonas del Sur (Flandes) en 1579, y los calvinistas replicaron con la Unión de Utrecht o Provincias Unidas del Norte (Holanda) en 1581. Pero el estatúder Guillermo de Orange intentando una última maniobra ofreció la corona a otro príncipe: el Duque de Anjou, hermano de Enrique III, que aceptó. Alejandro Farnesio, que tuvo que luchar en Francia y Flandes, murió en 1592 y Felipe II cedió la soberanía de los Países Bajos al archiduque Alberto y a su hija Isabel Clara Eugenia, príncipes soberanos, pero rechazados por Holanda.

- anexión de Portugal. En 1578 moría el rey Sebastián (hijo de Juan III y nieto de Manuel I) sin herederos en la suicida campaña de Alcazarquivir. Felipe II, ayudado por Cristobal de Moura, reclama el trono por ser hijo de Isabel de Portugal pero se opone a él Don Antonio Prior de Crato, hijo ilegítimo de Manuel el Afortunado. Los tercios invaden el país con el Duque de Alba, mientras que el Marqués de Santa Cruz y Don Álvaro del Bazán se presenta con su flota en el Tajo. Don Antonio huyó y en las Cortes de Tomar (1581), Felipe II fue nombrado rey de Portugal.

Con este hecho culmina la consecución de la unidad peninsular y de la de los dos mayores imperios coloniales de la época.


- Inglaterra.

En 1554, aún príncipe y viudo, contrae nuevas nupcias con María Tudor “la Sanguinaria”, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón.

Tras la muerte de María Tudor, alcanza la corona Isabel, hija de Ana Bolena y de Enrique VIII. Hasta 1566 las relaciones entre Inglaterra y España eran relativamente amistosas. Pero Isabel permitirá la piratería inglesa (Drake y Hawkins) contra barcos españoles cuestionando su monopolio colonial. Además, tropas inglesas desembarcaron en Flandes en apoyo de los protestantes. Por su parte, Felipe II apoyaba las sublevaciones de los irlandeses y ponía las esperanzas de sustituir a Isabel por su prima María Estuardo, reina de Escocia. En 1584 se rompieron las relaciones entre España e Inglaterra cuando el embajador español en Londres Bernardino de Mendoza fue expulsado por complicidad en la conspiración de Throckmorton para la liberación de María Estuardo y el derrocamiento de Isabel I. Isabel dio órdenes a Drake para llevar a cabo una represalia contra España que hizo considerar a Felipe una invasión en toda regla contra Inglaterra. La pieza clave del conflicto entre España e Inglaterra fue el desastre de la Armada Invencible en 1588.

España preparó cuidadosamente la invasión de la isla con sus tercios, para ello preparó la Armada Real, un total de 130 barcos y 22.000 soldados, dirigida por D. Álvaro del Bazán. Poco antes de partir, su fallecimiento dejó la armada en manos del inexperto VII Duque de Medina Sidonia, con un conjunto de barcos muy heterogéneo y de distintas velocidades. El proyecto consistía en atravesar el Canal de la Mancha y en los Países Bajos embarcar a los tercios de Alejandro Farnesio, entonces desembarcar en Inglaterra. Fue un fracaso ya que los buques ingleses eran más rápidos que los españoles y estaban más unidos aunque en menor número. Pese a ello, la flota arribó en Flandes, pero el embarque de los tercios fue imposible, los rebeldes holandeses desde tierra y los barcos ingleses desde el mar lo impidieron. Para colmo de desgracias una tormenta hizo añicos varias naves, ante nuestras pérdidas el retorno a España fue planeado bordeando las islas británicas por el norte, fue otra mala decisión, el mal tiempo hizo presa a nuestra armada, finalmente cuando llegó la flota a puerto se había perdido cerca de la mitad de naves y soldados. Consecuencias: Yo envié a mis hombres a luchar contra hombres, no contra los elementos.


ASPECTOS POLÍTICOS

En la extensa monarquía hispánica resulta clave el papel de las instituciones para su gobierno.

En la administración central debemos diferenciar el autoritarismo y centralismo castellano con el pactismo o federalismo aragonés.

- CONSEJOS:

Se creó un sistema polisinodial, basado en una serie de consejos territoriales (Castilla, Aragón, Indias-1524-, Italia- 1555-, Portugal- 1582-, o Flandes-1589-) o ministeriales (de Órdenes Militares, de Cruzada, de Hacienda, de Guerra y de Inquisisción). Este sistema, estará coordinado por el Consejo de Estado, a partir de 1526, y por las juntas a partir del s. XVII.

- SECRETARIOS Y VALIDOS:

Fue importante el papel de los secretarios con los Austrias Mayores (Francisco de los Cobos con Carlos I y Mateo Vázquez o Antonio Pérez con Felipe II) y de los validos con los Austrias Menores (Duque de Lerma y Conde - duque de Olivares con felipe III y IV respectivamente).

- AUDIENCIAS Y CHANCILLERÍAS:

El poder judicial quedó en manos de las Audiencias, unas de rango superior como Valladolid y Granada, y otras secundarias como Sevilla, La Coruña o Canarias. Como tribunal supremo quedaba el Consejo de Castilla.

Las Chancillerías se encargaban de la recaudación fiscal.

En Aragón, estas instituciones convivían con el Justicia Mayor, y en América, los virreyes tenían atribuciones fiscales y judiciales, e incluso legislativas.

- CORTES:

Eran la representación del reino ante la monarquía pero, mientras en Castilla quedaron reducidas a 18 provincias (dos procuradores cada una), en Aragón tenían representación los tres estamentos: nobleza, clero y un estado llano dirigido por la burguesía. Mientras en la primera poseían un carácter meramente consultivo y recaudatorio, en la segunda tendría una mayor potestad legislativa y decisoria.

En cuanto a la administración territorial o local, los monarcas se veían en la obligación de nombrar a representantes en los diferentes territorios como:

  • virrey (alter ego del monarca); cargo ocupado por “Grandes de España”, personas de confianza del rey, en amplias demarcaciones como Aragón, Navarra, Nápoles o las posesiones americanas (Perú y Nueva España),
  • gobernador; en América bajo el poder del virrey, y máximo dirigente en otras zonas como Milán o Países Bajos,

A nivel local aparecerán Adelantados, Merinos, Corregidores (ayuntamientos) y Regidores o alcaldes mayores (municipios) en Castilla; y Zalmedinas en Aragón, Bayles o Sobrejunteros en Valencia, dirigidos por sus Fueros y Batlles o Vegueres en Cataluña, liderados por el Consell de Cent y la Generalitat (usatges).



ASPECTOS ECONÓMICOS



LOS RECURSOS ECONÓMICOS DE LOS HABSBURGO

Las arcas del estado de los Austrias fueron creciendo progresivamente, sobre todo en el s.XVI, pero aún así, los gastos fueron siempre mayores debido a sus múltiples empresas militares.

Los ingresos procedían fundamentalmente de:

  • metales preciosos llegados de América (Potosí y Zacatecas),
  • subsidios votados por las Cortes de Castilla,
  • impuestos como la alcabala, aduanas, “millones” en tiempos de Felipe II, etc,
  • rentas abonadas por la iglesia (diezmo, excusado, etc) y las Órdenes Militares,
  • venta de cargos públicos (venalidad),
  • etc.


ASPECTOS ECONÓMICOS

Siglo XVI:

En el siglo XVI se vivirá una gran expansión económica favorecida por el crecimiento de la población (7 millones).

Habrá un crecimiento de la producción agraria con nuevas roturaciones y con el predominio de la “trilogía mediterránea” (trigo, vid y olivo) mientras que la ganadería también llegaría a su cénit con la Mesta.

En cuanto a la industria destaca la textil segoviana, la siderúrgica vizcaína y los astilleros cántabros.

En cuanto al comercio, aunque se mantiene el aragonés por el Mediterráneo y el N. de África y el castellano por el atlántico norte, destacará la “Carrera de Indias” con el monopolio comercial de Sevilla (“Puerto y Puerta de Indias) entre 1503 y 1717 gracias organismos como la Casa de Contratación o el Archivo de Indias.

La llegada de oro y plata americana produjo una mayor circulación monetaria provocando un fenómeno denominado por E.J Hamilton como “Revolución de los Precios”, lo cual lleva a momentos de una fuerte inflación y a la acuñación de moneda de vellón con muy bajo valor.


ASPECTOS CULTURALES

En el siglo XVI se produce el auge de la Iglesia institucional, gracias a labor del

Concilio de Trento (1545 - 1563) y de la Contrarreforma católica.

Los erasmistas (herederos del Humanismo de L.Vives y de la influencia de

Erasmo de Rotterdam) e Iluminados, así como los conversos, se verán

fuertemente perseguidos por la Inquisición, sobre todo a partir del reinado de Felipe II.


La ciencia atravesará su peor momento debido al control que ejerce la Inquisición sobre el pensamiento y sobre la investigación, lo que impide que se pueda desarrollar el conocimiento científico.

En arte:

En arquitectura, sobresale Gil de Hontañón en el Palacio de Monterrey (Salamanca) en la fachada de la Universidad de Alcalá de Henares, obras de estilo Plateresco como el Ayuntamiento de Sevilla, de Diego de Riaño, el Palacio de Carlos V en la Alhambra, de Pedro Machuca y de purismo bramantesco, o el Monasterio del Escorial (1563/1586) de J. de Herrera, en estilo Manierista.

También destacarán las catedrales de Jaén de Andrés de Vandelvira o la de Granada, de Alonso Cano.

La escultura en madera policromada inicia el fructífero camino de la imaginería española, con dos figuras sobresalientes, Alonso Berruguete, que representa el manierismo de influencia italiana, y Juan de Juni, que representa el manierismo de la “cuadratura”.

En la pintura se pasa de la influencia flamenca e italiana (Rafael), a principios de siglo, con Pedro de Berruguete, a la estilización y espiritualización de las figuras durante el último tercio de siglo con el manierismo del Greco (1541 - 1614) y su característico alargamiento de las figuras.

La creación literaria tiene sus precedentes en el siglo XV, con figuras como E. A. de Nebrija, autor de la primera Gramática en lengua castellana en 1492, y Fernando de Rojas con La Celestina en 1499. En el siglo XVI destacarán otros como Garcilaso de la Vega, Alonso de Ercilla (La Araucana), Juan Boscán, etc.

Aparecerán libros de caballería como Amadis de Gaula, la picaresca con el Lazarillo de Tormes, de autor anónimo y con el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, y la mística de carácter religioso , con autores como Santa Teresa de Jesús, Fray Luis de León y San Juan de la Cruz.

Como juristas aparecen Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria, padre del Derecho Internacional (1512).

El Humanismo estará representado por Juan Luis Vives.






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