miércoles, 22 de abril de 2015

LA CONQUISTA DE AMÉRICA

AUSTRIAS "MENORES"


Felipe III (1598 – 1621) “el Piadoso”.

Felipe III, El Piadoso, era hijo de Felipe II y Ana de Austria. Fue un monarca de carácter indolente, nada más acceder al trono tomó una decisión sin precedentes, delegar el poder en un ministro principal llamado valido. El hombre elegido fue Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, marqués de Denia, al que se le otorgó después el título de Duque de Lerma.

Política Interior:

Cuatro acontecimientos jalonaron la política interior del gobierno del Duque de Lerma:

  • el traslado de la capital del estado a Valladolid (1606-09), con el fin de estar más cerca de Lerma y que acabará fomentando la corrupción adminstrativa;
  • la creación en 1603 de una Junta de Desempeño, al objeto de estudiar soluciones para el gran endeudamiento de la Hacienda. Debido a las continuas guerras, España se transforma en un país totalmente empobrecido, pues tiene lugar la quiebra de la Hacienda Pública y fracasa el programa de reformas, aumentando los impuestos y la inflación, así como la corrupción política. La miseria se extiende entre las capas más pobres de la sociedad, de la misma manera que el bandidaje, la mendicidad, el hambre, etc.
  • la nueva suspensión de pagos de 1608;
  • y la expulsión de los moriscos del 9 de abril de 1609. Se trataba de una población que no se había integrado nunca con los españoles. Pese a los decretos de conversión forzosa al cristianismo, seguían manteniendo su religión y costumbres. Entre 1609 y 1612 fueron expulsados 300.000 moriscos, en el trascurso del embarque (Grau de Valencia) se produjeron incidentes dispersos. Las naves desembarcaron en el Norte de África. Como consecuencia, supuso un trastorno en la economía de Valencia y Valle del Ebro, porque era una gran pérdida de mano de obra barata y cualificada que provocará un derrumbamiento agrícola y artesanal y las protestas entre “los Grandes” al descender sus ingresos. Del mismo modo, supuso otro trastorno demográfico que, aunque se intentó repoblar, los campesinos no aceptaron al ser tierras de señorío, con importantes cargas fiscales.
En 1618 sería sustituido por su hijo, el Duque de Uceda.


Política exterior:

España posee todavía inmensos dominios territoriales y un ejército poderoso, pero la situación interna de crisis, impide su consolidación.

Esta etapa de pacifismo fue denominada Pax Hispánica porque se consiguió al poner fin a las hostilidades con Inglaterra(debido al ascenso al trono en Inglaterra del escocés Jacobo I Estuardo que posibilitó la firma de la Paz de Londres en 1604) y las Provincias Unidas (los enormes gastos bélicos obligaron a un cese de las hostilidades, se firmó la Tregua de Amberes (1609) o de los doce años, hasta 1621).

A partir de 1618, España interviene en la “Guerra de los Treinta Años” (1618-48) ayudando a las tropas imperiales de los Habsburgo a defender el catolicismo en Alemania.

 
 
Felipe IV (1621-1665) “el Rey Planeta”

Era hijo de Felipe III y de su prima segunda Margarita de Austria.

Política interior:

Aunque más inteligente y preparado que su padre, al acceder al trono eligió de nuevo a un valido para dirigir la políica. En este caso, el elegido fue Don Gaspar de Guzmán y Pimentel, Conde-Duque de Olivares, que pertenecía a los Zúñiga, una de las grandes familias nobiliares.

A partir de él los Consejos irán perdiendo funciones políticas a favor de las Juntas, fenómeno que caracterizará todo el siglo XVII, como por ejemplo la Junta de Estado.

El Proyecto de Olivares (1622-1643) se desarrollaba en dos esferas de actuación:
  • en política interior el centralismo, es decir, la “Castellanización” de España (semejante a la uniformización regional que hizo el Cardenal Richelieu en Francia), llevado a cabo con los “Capítulos de Reformación” (1623) y a través de una Junta Mayor que proponía la sustitución del impuesto de los millones y la creación de un sistema bancario nacional que no funcionó. También se pretendía una mayor participación de los reinos en la política estatal y un mejor reparto de los impuestos que recaían fundamentalmente sobre Castilla que a esas alturas ya estaba arruinada. De igual modo, se intentó depurar los cargos de la administración para evitar la venalidad. 
 
  • en política exterior querría volver al prestigio anterior mediante la “Unión de Armas” (1625) por la que se proponía la formación de un ejército de 140.000 soldados financiados proporcionalmente por todos los reinos, y no solo por una “Castilla” agotada.

Ambos aspectos, además del descontento popular ante la grave crisis económico-social provocarían la CRISIS DE 1640 con diferentes movimientos secesionistas:

- Cataluña 1640-1652. Cuando se formó la Unión de Armas todas las Cortes protestaron, pero fueron las de Barcelona las únicas que se negaron a aprobar el servicio que financiaba la Unión, por lo que se enturbiaron las relaciones.

En 1637 en medio de la Guerra de los Treinta Años, Olivares trató de realizar una campaña desde Cataluña para así forzar a la participación de este reino, pero los catalanes protestaron reclamando el Princeps Namque un derecho catalán por el cual es el Príncipe el que debe ir primero al frente de las tropas, a las que se negaban a darles alojamiento. Ante esta situación, sus líderes Pau Claris, Tamarit junto a otros diputats protestaron ante el virrey, el Conde de Santa Coloma, que decidió arrestarles. Posteriormente fueron liberados por el pueblo que asesinó al virrey, estallando la Guerra dels Segadors cantando su himno, hoy himno de Cataluña, contra los tercios en el denominado “Corpus de Sangre” (7 de Junio de 1640) entre los distintos grupos sociales para garantizar la República Catalana bajo la protección de la Francia de Luis XIII y la ayuda del Cardenal Richelieu.

El conflicto concluirá con el éxito de las campañas militares de Juan José de Austria que toma Barcelona en 1652. Felipe IV optó por el “Perdón General” y las represalias fueron mínimas, manteniendo en cierta medida su autonomía.


- Secesión de Portugal 1640-1668. Sus causas fueron el descontento provocado por la Unión de Armas, la escasa participación de los portugueses en la política estatal y la falta de interés del Estado por defender los intereses coloniales de Portugal amenazados por Holanda.

Juan, Duque de Braganza, es proclamado Juan IV de Portugal en 1640 proclamando unilateralmente su independencia, asesinando a Vasconcellos virrey de Portugal. Fue a partir de 1659, tras la Paz de los Pirineos cuando España concentró sus esfuerzos en recuperar Portugal (Inglaterra y Francia habían reconocido su independencia en un intento de debilitar a la monarquía hispánica). Juan José de Austria, el mejor militar español de la época, lo intentó todo, sin embargo las derrotas en Ameixal y Vila Viçosa ante las tropas conjuntas lusas-francas e inglesas fueron decisivas. Como consecuencia, Mariana de Austria como regente, reconocerá la independencia de Portugal en 1668.


- Conspiraciones en Andalucía 1641. Serán descubiertas unas conspiraciones que acusaban al Capitán General de Andalucía, el IX Duque de Medina Sidonia, de proclamarse rey de Andalucía y las Indias con el apoyo de Portugal (cuñado de Juan IV) y del Marqués de Ayamonte. Todo terminó con la ejecución de este último y el retraimiento público de las acusaciones que recaían sobre el Duque, primo del valido.

- Revueltas en Aragón (Duque de Híjar en 1646) y en Navarra (Miguel de Itúrbide en 1648).

- Revueltas en Nápoles 1647 y Sicilia 1648. La causa va a ser de carácter socioeconómico, exactamente la crisis económica (malas cosechas, crisis monetaria) y la crisis social que esta arrastra (hambrunas, pestes, aumento de la indigencia) como principales responsables. En Nápoles fue un pescador llamado Masanniello el que se puso al frente de la revuelta, se proclama la República bajo la protección de Francia tal como había ocurrido en Cataluña, sin embargo, Juan José de Austria acabó con el movimiento en medio de un auténtico baño de sangre. Se extendió a Sicilia, que terminaría con el mismo resultado.


Tras la caída de Olivares, la privanza pasaría a su sobrino Don Luis Méndez de Haro hasta 1661, sustituido por Sor María de Ágeda, consejera religiosa del monarca.
Del matrimonio entre Felipe IV y Mariana de Austria en 1649, nacerá Carlos II.


Política exterior:

La coyuntura internacional sufre un conflicto en el que España no puede quedar al margen.

- Guerra De Los Treinta Años (1618-48).

Los rebeldes bohemios (protestantes) en 1618 se negaron a reconocer al nuevo emperador y rey de Bohemia-Hungría Fernando II, inmediatamente este recibe el apoyo de la Liga Católica y Tilly, su general, que vence en la batalla de la Montaña Blanca en 1620 a los bohemios, momento aprovechado por el Duque de Feria, virrey de Milán, para ocupar el Valle de la Valtelina que posibilitaba en paso de los tercios españoles desde Milán hasta los Países Bajos atravesando el Tirol y Austria.

En 1621 España entra oficialmente en la Guerra a manos del Duque de Uceda, el motivo era la necesidad de desarrollar una política de prestigio junto a los Habsburgo y prepararnos contra Holanda pues la Tregua de los Doce Años expiraba en 1621.

La guerra se iniciaría con otros éxitos como Breda (1626), Nordinglen (1634), Corbie (1636) o Fuenterrabia (1639) hasta que llegó la crisis de 1640, que inclinaría la balanza del lado francés, apoyada por países como Holanda o Suecia.

La ruta de los tercios españoles quedó bloqueada y no hubo más remedio que mandar tropas por un camino alternativo, la "Valtelina", por mar desde España a Flandes.

En 1639 el Almirante Oquendo realizando esta operación es totalmente aniquilado en la batalla naval de las Dunas frente al almirante Tromp.

No tarda en sobrevenir otro gran desastre, los tercios son totalmente aniquilados en Rocroi (1643) donde Francisco de Melo inició una campaña sin la caballería adecuada ante la falta de medios que nos llevó al abismo.

El archiduque Leopoldo es derrotado en Lens (1648), no había más remedio que firmar la paz.

Se firma el Tratado de Westfalia en 1648 por el cual se pone fin a la hegemonía de los Habsburgo en Europa Occidental.

España continuaba en guerra contra Francia por la cuestión catalana y se veía obligada a reconocer la independencia de Holanda.

El Imperio quedaba atomizado igual que antes, el sistema de elección del emperador que era el de la Bula de Oro de Carlos IV de 1355 se modificaba, ahora los electores eran 8, el mapa de religión volvía a ser el de Augsburgo de 1555 mediante la ius reformandi, los Países Bajos y Suiza quedaban segregados del Imperio, algunos ducados se engrandecían como Sajonia, Baviera y Brandeburgo.

Francia obtenía Alsacia y Lorena, Holanda lograba el reconocimiento de su independencia y Suecia se hacía con la hegemonía del Báltico.


- Conflicto con Francia 1636-59. Las causas hunden sus raíces en el Tratado de Monzón de 1626 con Richelieu. La participación en la guerra de los Treinta Años por parte de Francia sólo tenía una finalidad política, debilitar a los Habsburgo. Tras Westfalia, España y Francia continuaron en guerra por Cataluña, pero ésta última padecia durante esos años el problema de la Fronda 1648-53, lo que favoreció el éxito de Juan José de Austria en un nuevo annus mirabilis de 1652 con la ocupación de Barcelona y Dunkerke (con el apoyo de Luis I Príncipe de Condé, líder hugonote, y el mariscal del ejército francés,Turena).

En 1653, al finalizar la Fronda, Turena cambia de bando pero pese a ello volvemos a vencer en Valenciennes en 1656.

Oliver Cromwell decide intervenir porque deseaba un puerto al otro lado del canal, Dunkerke, y declara la guerra a España 1657-9 firmando un acuerdo con el Cardenal Mazarino, consejero siciliano de Luis XIV. España sucumbe y nuestra flota es apresada en dos ocasiones en las Canarias por Blake en 1656 y 1657. En 1658 Turena abate a D. Juan José de Austria en la batalla de las Dunas y Dunkerke es ocupada.

Felipe IV estaba derrotado militarmente, pero la paz la precipitaron Cromwell y Mazarino por sus diferencias. Se firma la Paz de los Pirineos en 1659,por la que Felipe IV consigue el matrimonio de su hija María Teresa con Luis XIV a cambio de una dote que no se pagó y la renuncia a los derechos sucesorios de su hija.

Además, Francia, convertida en 1ª potencia europea, se quedaba con el Rosellón y la Cerdaña, Artois y diversas plazas flamencas, e Inglaterra con Dunkerke.



Carlos II (1665 – 1700) “el Hechizado”

Carlos II, era hijo de Felipe IV y Mariana de Austria y heredó el trono en septiembre de 1665 con tan sólo 4 años de edad.

Enfermizo, raquítico y con cierto retraso mental fue el último monarca de la dinastía Habsburgo en España.

Política interior:

Constituye un período jalonado por la crisis económica (alteraciones monetarias), crisis política (derrotas militares) y crisis social (pestes y hambrunas), a las que no pudieron hacer frente ni:

  • la regencia de Mariana de Austria, que tras dudar de la ineficaz Junta de Gobierno, es ayudada primero por su consejero, el jesuíta alemán “el padre Nithard” (1665-1669) y el valido Fernando de Valenzuela (1669- 1676, tratado por Lynch como un estafador y corrupto) durante su minoría de edad, y después con
  • otros como Juan José de Austria (1677-79). Tras la “Revuelta de los Grandes de 1677”, Valenzuela es exiliado a Filipinas), el Duque de Medinaceli (1679-1685) o el Conde de Oropesa (1685.1691).

Cabe destacar tres hechos:

  • la crisis de 1680, por una epidemia de peste.
  • La “Revolta de la terra” en Cataluña.
  • La 2ª Germanía en Valencia.

Política exterior:

Papel secundario de España en el panorama europeo.

Se producirá una expansiva de Luis XIV desarrollada a costa del imperio español. En la Guerra de Devolución (1667-68), la Triple Alianza entre Inglaterra, las Provincias Unidas y Suecia contra el rey Sol, llevó a Luis XIV a solicitar la paz, mediante la firma del Tratado de Aquisgrán de 1668 cedimos a Francia una serie de plazas estratégicas en los Países Bajos. Tras la invasión francesa de Holanda en 1672 se formó la Gran Alianza de La Haya de 1673 integrada por Inglaterra, Holanda, Austria y España contra Luis XIV de Francia. La guerra terminó con la Paz de Nimega de 1678 donde España se vio obligada a ceder el Franco Condado y otros territorios en los Países Bajos.

En la corta guerra de 1684 contra Francia, que finaliza en la Paz de Ratisbona, perdimos Luxemburgo. Las nuevas anexiones de Luis XIV en los territorios próximos al Rin llevaron a la creación de Liga de Augsburgo entre España, Austria, el Duque se Saboya, Holanda e Inglaterra, la guerra del Palatinado que se extendió entre los años 1688-97, España salió de ella relativamente intacta, pues mediante la Paz de Ryswick de 1697 Luis XIV devolvió todos los territorios ocupados después de la Paz de Nimega.


Tras casarse con Mª Luisa de Orleans y Mariana de Neoburgo, Carlos II morirá (1 de noviembre de 1700) sin descendencia, provocando un enfrentamiento civil e internacional, la Guerra de Sucesión Española (1702-1714).

Ésta, dividió al país, tras la eliminación de la línea Bávara (muerte del elector José Fernando) entre los partidarios de la dinastía austríaca del archiduque Carlos (apoyado por la corona de Aragón, ingleses y holandeses) y la borbónica de Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV, apoyado por la corona de Castilla, junto a Navarra y las Vascongadas).

Éste último, vencedor en las batallas de Almansa (1707) y Villaviciosa (1710), se beneficiará de la elección de Carlos como emperador de Austria y firmará la Paz de Utrecht en 1713 (Inglaterra recibirá Gibraltar y Menorca) y Rastadt en 1714 (Austria recibirá Flandes y territorios en Italia) e instaurará la dinastía de los Borbones en España como Felipe V.



ASPECTOS POLÍTICOS

En la extensa monarquía hispánica resulta clave el papel de las instituciones para su gobierno.

En la administración central debemos diferenciar el autoritarismo y centralismo castellano con el pactismo o federalismo aragonés.

- CONSEJOS:

Se creó un sistema polisinodial, basado en una serie de consejos territoriales (Castilla, Aragón, Indias-1524-, Italia- 1555-, Portugal- 1582-, o Flandes-1589-) o ministeriales (de Órdenes Militares, de Cruzada, de Hacienda, de Guerra y de Inquisisción). Este sistema, estará coordinado por el Consejo de Estado, a partir de 1526, y por las juntas a partir del s. XVII.

- SECRETARIOS Y VALIDOS:

Fue importante el papel de los secretarios con los Austrias Mayores (Francisco de los Cobos con Carlos I y Mateo Vázquez o Antonio Pérez con Felipe II) y de los validos con los Austrias Menores (Duque de Lerma y Conde - duque de Olivares con felipe III y IV respectivamente).

- AUDIENCIAS Y CHANCILLERÍAS:

El poder judicial quedó en manos de las Audiencias, unas de rango superior como Valladolid y Granada, y otras secundarias como Sevilla, La Coruña o Canarias. Como tribunal supremo quedaba el Consejo de Castilla.

Las Chancillerías se encargaban de la recaudación fiscal.

En Aragón, estas instituciones convivían con el Justicia Mayor, y en América, los virreyes tenían atribuciones fiscales y judiciales, e incluso legislativas.

- CORTES:

Eran la representación del reino ante la monarquía pero, mientras en Castilla quedaron reducidas a 18 provincias (dos procuradores cada una), en Aragón tenían representación los tres estamentos: nobleza, clero y un estado llano dirigido por la burguesía. Mientras en la primera poseían un carácter meramente consultivo y recaudatorio, en la segunda tendría una mayor potestad legislativa y decisoria.

En cuanto a la administración territorial o local, los monarcas se veían en la obligación de nombrar a representantes en los diferentes territorios como:

  • virrey (alter ego del monarca); cargo ocupado por “Grandes de España”, personas de confianza del rey, en amplias demarcaciones como Aragón, Navarra, Nápoles o las posesiones americanas (Perú y Nueva España),
  • gobernador; en América bajo el poder del virrey, y máximo dirigente en otras zonas como Milán o Países Bajos,

A nivel local aparecerán Adelantados, Merinos, Corregidores (ayuntamientos) y Regidores o alcaldes mayores (municipios) en Castilla; y Zalmedinas en Aragón, Bayles o Sobrejunteros en Valencia, dirigidos por sus Fueros y Batlles o Vegueres en Cataluña, liderados por el Consell de Cent y la Generalitat (usatges).



ASPECTOS ECONÓMICOS
Siglo XVII:

Los aspectos económicos serán también un reflejo de la crisis política, así la población, que había experimentado un incremento durante el XVI, entra en crisis durante el XVII. Esta tendencia al estancamiento se debe a una mortalidad infantil altísima y a la mortalidad catastrófica con las denominadas “tres parcas” (hambrunas, epidemias y guerras).

La crisis económica es percibida por los “arbitristas” como Cellorigo, Moncada o Leruela, que denuncian:

  • la compra y venta de cargos públicos,
  • los despilfarros de la corte en fiestas y lujos,
  • la decadencia agrícola y ganadera,
  • contracción del comercio americano (criollización, contrabando y piratas británicos, franceses y holandeses),
  • la gravosa fiscalidad y la devaluación monetaria con el vellón,
  • la dependencia financiera de la banca extranjera.
  • una nobleza rentista y conservadora que considera una deshonra el trabajo en actividades manuales,
  • una proliferación del número de religiosos (200.000) “falsas vocaciones” y oposición de la iglesia a la crematística o la usura,
  • una burguesía comercial e industrial y una clase media casi inexistentes,
  • un campesinado muy numeroso que vive prácticamente en la miseria, con la existencia de numerosos marginados: vagabundos, mendigos, pícaros, etc. Esta situación llevó al aumento del bandolerismo.
  • la crisis demográfica (expulsión de los moriscos de 1609, emigración a América, peste de 1680, etc)

Como la monarquía se endeudaba, se recurría al préstamo emitiendo títulos de Deuda o Juros. Las bancarrotas fueron frecuentes durante las dos centurias por lo que la gran beneficiada fue la banca extranjera.

ASPECTOS CULTURALES


El siglo XVII es “el siglo de oro” español, que contrasta paradójicamente con el peor momento político, económico y social.

En él, el arte alcanza su cumbre dominado por el estilo arquitectónico Churrigueresco en la Plaza Mayor de Salamanca, caracterizado por su riqueza decorativa interior, la ornamentación en las fachadas, el dinamismo, la monumentalidad, el juego de formas, el recargamiento, la complejidad (estípites, baquetones) y una temática principalmente religiosa.

La pintura pasa por dos corrientes: la primera de tradición tenebrista con Ribera y Zurbarán como sus principales figuras, mientras que la segunda, denominada realismo barroco, tiene en Velázquez, Murillo y Valdés Leal a sus grandes genios. En ella destacan los juegos de luces (Claroscurismo y Tenebrismo), el realismo, naturalismo, misticismo y la temática religiosa.

Los principales pintores son: Velázquez, sevillano de estilo cortesano, caracterizado por el naturalismo y las cuidadas composiciones, además de ser el maestro de la luz en sus obras: Las Hilanderas, Las Meninas, La Fragua de Vulcano, etc; Zurbarán (extremeño-sevillano) destaca por su claroscuro (el blanco de los ropajes de los monjes), naturalismo y religiosidad; Murillo (sevillano) destaca por su religiosidad, sencillez, belleza y perfección de sus Inmaculadas; Ribera (valenciano) lo hace por el tenebrismo, juego de luces y sombras, naturalismo y monumentalidad (Martirio de San Bartolomé). Otros pintores destacados son Ribalta, A. Cano, Claudio Coello, Herrera el Viejo.

La escultura destaca principalmente por la imaginería polícroma procesional en madera, cuyas características son la expresividad, el dramatismo y la escenografía. En la escuela sevillana sobresalen Martínez Montañés, Juan de Mesa y Pedro Roldán; en la granadina Alonso Cano y Pedro de Mena; y en la castellana (Valladolid) Gregorio Fernández.

La literatura alcanza también su cima con las novelas de Miguel de Cervantes, en especial con El Quijote, escrito entre 1605 y 1615, y con Quevedo que difunde el Conceptismo.

En el teatro sobresalen Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Góngora con el Culteranismo en la poesía y Baltasar Gracián, que destaca en el ensayo filosófico y moral. En el pensamiento político tiene una gran importancia la crítica de los arbitristas.

Pasada la época de cerrazón contrarreformista, sobresaldrán algunas figuras como Miguel Servet, que descubre la circulación de la sangre, Celaya en matemáticas, Francisco de Oviedo en Geografía o López de Gomara en Biología.
GOBIERNO AUSTRIAS

EVOLUCIÓN POLÍTICA DE LOS AUSTRIAS

La política matrimonial de los Reyes Católicos tuvo, como consecuencia más importante, la instauración de la dinastía austriaca de los Habsburgo en España. El matrimonio entre Felipe “el Hermoso” de Hasburgo y Juana “la Loca” de Castilla, tuvo varios hijos, el mayor de los cuales, el futuro emperador Carlos, se convirtió en el heredero de ambas coronas y de uno de los mayores imperios de todos los tiempos.



Austrias Mayores”

Tras la unificación política y religiosa de los Reyes Católicos, la muerte de Isabel en 1504 puso en peligro la unidad. Sin embargo, la incapacidad de Juana la loca para gobernar, la muerte prematura de Felipe “el Hermoso” (que gobernó entre 1504-6) y el hecho que Fernando no tuviese más hijos con su nueva esposa Germana de Foix, permitió que la corona cayese en manos del nieto de los Reyes Católicos, Carlos I. En espera del cumplimiento de la mayoría de edad del príncipe heredero se establecieron la regencia del Cardenal Cisneros (1506-7), la regencia de Fernando de Aragón (1507-16), periodo caracterizado por la diplomacia exterior y la anexión de Navarra en 1512, y de nuevo la regencia de Cisneros (1516), periodo caracterizado por un aumento de la presión nobiliar.



Carlos I (1516 – 1556) “Imperio Universal”.

Nacido en Gante en 1500, su llegada al poder estaría condicionada por la extensa herencia que recibe por parte de:

  • su abuelo paterno Maximiliano de Habsburgo, Tirol, Austria y la parte sur de la Alemania con opción de heredar el imperio;
  • de su abuela María de Borgoña, hereda los Países Bajos, Flandes, Franco Condado y Charolais;
  • de su abuelo materno Fernando “el Católico”, la corona de Aragón con sus posesiones Mediterráneas (Nápoles “dos sicilias”) y norteafricanas (Orán, Bujía y Trípoli).
  • y de su abuela, Isabel “la Católica”, la corona de Castilla con sus posesiones en las islas Canarias y en América.



Política Interior:

Su política interior estuvo marcada por aspectos como su desconocimiento del idioma o la incorporación de su corte borgoñona, pero sobre todo su objetivo de convocar cortes con el único propósito de conseguir dinero para alcanzar su nombramiento como emperador alemán.

Estos provocarán diferentes revueltas como:

Las Comunidades (1520-22), que se inició al ser asesinado el procurador a Cortes Rodrigo de Tordesillas, por haber traicionado los intereses de la ciudad postrándose a los intereses del rey.

Sus líderes crearon la “Junta Santa de Ávila” pero Adriano de Utrecht respondió con energía y las tropas imperiales derrotaron a los comuneros en Villalar (1521). Sus líderes Bravo, Padilla y Maldonado fueron ejecutados.

Las Germanías de Valencia (1519-22) fue producto del enfrentamiento en la ciudad entre los menestrales, liderados por Lorenzo, Sorolla y Peris, y la nobleza. La creación de la “Junta de los Trece” y los disturbios se extendieron por el reino, pero la llegada de las tropas reales dirigidas por la Virreina, Germana de Foix, acabó con una terrible represión.

Semejante situación ocurrió en Mallorca (1520-23), donde germanías de menestrales y foráneos, liderados por Joanot Colom, asaltaron la ciudad de Palma, tomando por la fuerza el Castillo de Bellver y matando a sus caballeros. La flota real intentó negociar, pero los agermanados se negaron y la ciudad de Palma fue tomada a la fuerza por las tropas imperiales.

De otro modo, ante el problema morisco (falsos conversos) promulgó la Pragmática de 1518, que prohibía sus ritos y costumbres.



La política exterior:

Tiene como líneas principales:

- la conquista de América, protagonizada por Hernán Cortés en México entre 1519 y 1522, tras derrotar a los aztecas de Moctezuma en la batalla de Otumba en 1520; y por Francisco Pizarro en Perú entre 1531 y 1533, al derrotar a los incas de Atahualpa y capturar a este como prisionero en Cajamarca en 1532.

- sus cinco guerras contra la Francia de Francisco I:

Los motivos de hostilidad con este país se veían favorecidos por la enemistad personal entre reyes (por la elección imperial), cuestiones territoriales pendientes (herencia de María de Borgoña, incorporación de Navarra a Castilla, la rivalidad franco-aragonesa en Italia).

PRIMERA GUERRA (1520-1526): Aprovechando la sublevación de las Comunidades y con el pretexto de defender los derechos sobre Navarra del príncipe de Bearne, Francisco I invade este lado de los Pirineos. El conflicto se extendió a Italia. Los imperiales vencieron en Bicoca, pero Francisco I reacciona y recupera Milán en 1524. Los españoles vencen en Pavía en 1525 y Francisco I es hecho prisionero y trasladado a Madrid. Allí se firma el tratado de Madrid que el monarca francés, una vez liberado, no cumplió.

SEGUNDA GUERRA (1526-1529): Como el triunfo de Carlos fue demasiado rotundo, aparecieron recelos por doquier y se formó la Liga Clementina o de Cognac (Francia, Venecia, Florencia, Milán y el papa Clemente VII, liga a la que promete ayuda Enrique VIII de Inglaterra). Tampoco en esta ocasión los franceses saldrán adelante con sus planes. Aquí tiene lugar el saco de Roma (1527) por Carlos V como venganza. La paz que se firma en 1529 se denominó paz de Cambray o de las Damas.

TERCERA GUERRA (1536-37): Carece de importancia y se limita a una serie de escaramuzas que terminan con la tregua de Niza.

CUARTA GUERRA (1543-44): En la que los éxitos iniciales franceses son contrarrestados por Carlos con la invasión de Francia que llegó a dos jornadas de París. Inesperadamente se firmó la paz de Crepy.


- su cruzada contra el islam.

Tras su coronación imperial en Bolonia por el papa Clemente VII en 1530, Carlos V se presentará como paladín o defensor de la cristiandad.

Los turcos otomanos amenazaban Europa Oriental y el Mediterráneo y en 1526, Solimán “el Magnífico” atacó Hungría venciendo en la batalla de Mohacs y después sitió Viena entre 1529 y 1532. Tras levantar este asedio, Carlos V también luchará contra los piratas berberiscos liderados por el corsario Barbarroja (vasallo de Solimán y muchas veces apoyado por Francisco I) en Orán y la Goleta, conquistando Túnez (1535) y organizando otra expedición contra Argel en 1541 que acabará en derrota,


- la Reforma Protestante.

Al publicar Lutero sus 95 tesis en la iglesia de Wittenberg en 1517, Carlos V tuvo que iniciar la lucha contra los príncipes protestantes en el Imperio Alemán.

En 1530 el emperador convocó la Dieta de Augsburgo para evitar la escisión religiosa pero la respuesta fue la formación de la Liga Esmalcalda (1531) liderada por Felipe de Hesse y ayudada por Francia, Inglaterra y Dinamarca.

En este difícil contexto, Carlos V procedería a la convocatoria del Concilio de Trento (1545-63) para luchar contra el luteranismo mediante la Contrarreforma Católica.

Su idea imperial estaba influida por M. Gattinara, en la “Universitas Christiana”, es decir, el concepto medieval que unía al Papa y al Emperador en un intento de unir a toda la cristiandad.

Sin embargo, aunque Carlos venció a la Liga en la batalla de Mühlberg (1547) fueron sus discrepancias con el papa Paulo III en el Interim de Augsburgo, lo que haría el problema aún mayor.

Los protestantes, liderados posteriormente por Mauricio de Sajonia se unieron con Enrique II de Francia en el Tratado de Chambord (1552) contra el emperador en lo que fue la quinta guerra con Francia y la segunda contra la liga de Smalkalda (1552-1556), que terminaría en la tregua de Vaucelles (1556), por la que los contendientes conservarían sus conquistas. Un año antes, en la Paz de Augsburgo se consagraría la separación religiosa de Alemania con el famoso “Cuius regio, eius religio”.


- El Luteranismo entró en los Países Bajos desde 1518, y desembocó en una violenta revuelta en Gante (1539). En 1552 la situación religiosa y política hacía temer la pérdida de la herencia borgoñona por lo que se intentó paliar mediante la alianza con Inglaterra que incluía el matrimonio del heredero Felipe con María Tudor, garantizando el control del Canal de la Mancha.


El fin del Imperio de Carlos V tiene lugar al abdicar este en 1556 y retirarse al monasterio de Yuste (Cáceres), con lo que procedería al reparto de sus posesiones. El imperio alemán pasa a su hermano Fernando y el resto de los territorios son para su hijo Felipe.


Felipe II (1556 – 1598) “Imperio Hispánico”

Se caracteriza por recibir íntegra la herencia de su padre, salvo la corona imperial alemana, y a la que logrará unir Portugal en 1580, llegando al cénit del enorme imperio colonial español que se resume con su frase “En mis dominios, nunca se pone el Sol”.

Los objetivos fundamentales de su política son la defensa de la unidad católica y de la hegemonía española en el mundo. Pero sin embargo, el monarca impulsa el aislamiento cultural al prohibir a los estudiantes estudiar en el extranjero, excepto en la Universidad de Bolonia. Otro aspecto negativo es la excesiva burocratización que instaura en la administración del Estado, centralizada desde Madrid, su capital.

 
Política interior:

Ha de hacer frente a problemas como:

. El Príncipe Don Carlos, fruto de su primer matrimonio con María de Portugal, que murió de parto, quería ser Gobernador de los Países Bajos, pero su padre no lo creyó oportuno. La frustración le llevó a criticar abiertamente y con sarcasmo a su padre. Uno de los rebeldes, el conde de Egmont había estado en Madrid y había entrado en contacto con Don Carlos, que planeaba escapar a los Países Bajos. Egmont fue capturado y ejecutado en prisión, mientras Don Carlos fue internado en una pequeña prisión del Alcázar de Madrid y allí murió en extrañas circunstancias en 1568, lo que contribuyó a engrosar la “leyenda negra” del monarca.


. Guerra de las Alpujarras. Ya en 1565 los turcos invadieron Malta y se producen frecuentes ataques corsarios a las costas granadinas, llegándose a pensar que Granada podía convertirse en cabeza de puente para una intervención musulmana. La chispa fue la idea de una nueva Pragmática por la que en un plazo de 3 años tenían que aprender castellano, abandonar sus vestimentas, sus apellidos moros, costumbres, etc. Una insurrección en la Nochebuena de 1568 se extendió por las montañas de las Alpujarras. Fernando de Valor y Córdoba tomó el nombre de Aben Humeya y dirigió el movimiento que fue aplastado por Don Juan de Austria en 1570.


- Antonio Pérez. Secretario real, que por su traición había pasado 11 años confinado en prsión, debido al asesinato de Juan de Escobedo (secretario y mano derecha de Don Juan de Austria, hermano bastardo edel rey) escapó y llegó a Aragón en 1590 acogiéndose al Privilegio de Manifestación, por el cual un hombre perseguido por oficiales reales tenía el derecho de ser protegido por el Justicia Mayor, en ese momento, J. De Lanuza. Ambos tenían la intención de dirigir una revolución y convertir a Aragón en una República bajo la protección de Francia. Estos acontecimientos convencieron a Felipe II de enviar un ejército de 12 mil nombres al mando de Alonso de Vargas. Pérez, al ver que todo estaba perdido, huyó a Francia, y el Justicia fue secretamente encarcelado y ejecutado. Por las Cortes de Tarazona (1592), Felipe II se reservaba la facultad de nombrar la Justicia Mayor de Aragón.

En 1570, se casará por 4ª vez con Ana de Austria, del que nacerá Felipe III.



Política exterior:

Convertido en defensor a ultranza del catolicismo seguirá varias líneas como:

- Francia. Un año después de su ascenso al trono, Felipe tuvo que hacer frente a una alianza francopapal (Enrique II de Francia- 1519-59 -Pablo IV) y a una guerra que ganó en las batallas de San Quintín (1557) y Gravelinas (1558). En 1558 muere Carlos en Yuste y también muere María Tudor, dando al traste con la alianza entre España e Inglaterra. Se firmaría la paz de Cateau-Cambrésis en 1859 que reflejaba el equilibrio de poder existente en Europa. Francia renunciaba prácticamente a sus aspiraciones en Italia pero recuperaba Calais, conservando Metz, Toul y Verdún.

Ese mismo año Felipe II contrae matrimonio con Isabel de Valois, hija del soberano francés. Le favorecía “las guerras de religión”1547-98 (matanza de San Bartolomé en 1572) que dividían a Francia, con una monarquía (hijos de Enrique II: Francisco II, Carlos IX y Enrique II - “Guerra de los Tres Enriques”-) acosada por los Guisa (Liga católica dirigida por Enrique) y los hugonotes (calvinistas liderados por Gaspar de Coligny). Hasta 1589, sus armas fueron la diplomacia y la subversión. Se enviaron tropas españolas en apoyo a los Gisa desde Flandes al mando de Alejandro Farnesio, con el fin de plantear su reivindicación al trono francés en la persona de su hija, Isabel Clara Eugenia. Pero no fue posible. Muerto Farnesio en otra campaña en 1592, las perspectivas en Francia eran cada vez peores. Al final será coronado Enrique IV (Enrique de Navarra, de la dinastía de los Borbones) rey de Francia (1594), tras haber vuelto al catolicismo, aunque estableciendo la libertad de culto en el Edicto de Nantes. Declaró la guerra a Felipe II, que acabó con la Paz de Vervins en 1598, para poder seguir luchando en los otros dos frentes: Países Bajos e Inglaterra.


- Frente al Islam. En el Mediterráneo, España estaba a la defensiva desde la época de su padre. Pero en 1566 moría Solimán el Magnífico y el impero otomano quedó en manos del débil Selim II. Se firmó en 1571 la Liga Santa (Génova, Venecia y el papa Pio V), el cargo de comandante en jefe recayó en Don Juan de Austria de 24 años, las dos flotas, turca y aliada, se encontraron el 7 de octubre de 1571 en la batalla en la entrada del Golfo de Lepanto, donde la flota cristiana consiguió vencer de forma abrumadora consiguiendo Túnez y Bizerta. El enfrentamiento seguiría hasta la Tregua de 1581.


- Países Bajos. La raíz del problema se encontraba en la existencia de una resistencia de índole nacional a un monarca que pretendía gobernar los Países Bajos desde España, que se añadía a la difusión del calvinismo, que Felipe II no estaba dispuesto a consentir y las diferencias religiosas del sur católicos (valones) y el norte, luteranos, anabaptistas y desde 1563 calvinistas (los flamencos). Los decretos del Concilio de Trento debían ser aplicados y la herejía castigada. La respuesta de los calvinistas no se hizo esperar: asalto a iglesias y destrucción de imágenes en agosto de 1566.

Felipe II indignado decidió enviar al Duque de Alba (1568-72) a Flandes, el cual utilizó la crueldad para acabar con el levantamiento. Muchos se declararon rebeldes, entre ellos los duques de Horn, Egmont y el mismo príncipe Guillermo de Orange. Alba creó el Tribunal de Tumultos y en 6 años se condenó a más de mil personas a la pena de muerte. Entre los decapitados se encontraron Horn y Egmont. Luis de Nassau y Guillermo de Orange intentaban invadir, uno el norte y otro el sur del país, ambos fueron derrotados por el duque de Alba.

Entre 1572 y 1576 sucedió al duque de Alba, Don Luis de Requesens, que tenía instrucciones de llegar a una paz negociada (“Perdón General”).

Se reanudaron las hostilidades y Felipe II designó a Don Juan de Austria (1576-78) que llama a los tercios a cuyo frente iba Alejandro Farnesio. En 1578 obtiene una amplia victoria sobre el ejército de los Estados Generales y lo sustituye en el gobierno (1578-92). Se creó la Unión de Arrás o Provincias Valonas del Sur (Flandes) en 1579, y los calvinistas replicaron con la Unión de Utrecht o Provincias Unidas del Norte (Holanda) en 1581. Pero el estatúder Guillermo de Orange intentando una última maniobra ofreció la corona a otro príncipe: el Duque de Anjou, hermano de Enrique III, que aceptó. Alejandro Farnesio, que tuvo que luchar en Francia y Flandes, murió en 1592 y Felipe II cedió la soberanía de los Países Bajos al archiduque Alberto y a su hija Isabel Clara Eugenia, príncipes soberanos, pero rechazados por Holanda.

- anexión de Portugal. En 1578 moría el rey Sebastián (hijo de Juan III y nieto de Manuel I) sin herederos en la suicida campaña de Alcazarquivir. Felipe II, ayudado por Cristobal de Moura, reclama el trono por ser hijo de Isabel de Portugal pero se opone a él Don Antonio Prior de Crato, hijo ilegítimo de Manuel el Afortunado. Los tercios invaden el país con el Duque de Alba, mientras que el Marqués de Santa Cruz y Don Álvaro del Bazán se presenta con su flota en el Tajo. Don Antonio huyó y en las Cortes de Tomar (1581), Felipe II fue nombrado rey de Portugal.

Con este hecho culmina la consecución de la unidad peninsular y de la de los dos mayores imperios coloniales de la época.


- Inglaterra.

En 1554, aún príncipe y viudo, contrae nuevas nupcias con María Tudor “la Sanguinaria”, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón.

Tras la muerte de María Tudor, alcanza la corona Isabel, hija de Ana Bolena y de Enrique VIII. Hasta 1566 las relaciones entre Inglaterra y España eran relativamente amistosas. Pero Isabel permitirá la piratería inglesa (Drake y Hawkins) contra barcos españoles cuestionando su monopolio colonial. Además, tropas inglesas desembarcaron en Flandes en apoyo de los protestantes. Por su parte, Felipe II apoyaba las sublevaciones de los irlandeses y ponía las esperanzas de sustituir a Isabel por su prima María Estuardo, reina de Escocia. En 1584 se rompieron las relaciones entre España e Inglaterra cuando el embajador español en Londres Bernardino de Mendoza fue expulsado por complicidad en la conspiración de Throckmorton para la liberación de María Estuardo y el derrocamiento de Isabel I. Isabel dio órdenes a Drake para llevar a cabo una represalia contra España que hizo considerar a Felipe una invasión en toda regla contra Inglaterra. La pieza clave del conflicto entre España e Inglaterra fue el desastre de la Armada Invencible en 1588.

España preparó cuidadosamente la invasión de la isla con sus tercios, para ello preparó la Armada Real, un total de 130 barcos y 22.000 soldados, dirigida por D. Álvaro del Bazán. Poco antes de partir, su fallecimiento dejó la armada en manos del inexperto VII Duque de Medina Sidonia, con un conjunto de barcos muy heterogéneo y de distintas velocidades. El proyecto consistía en atravesar el Canal de la Mancha y en los Países Bajos embarcar a los tercios de Alejandro Farnesio, entonces desembarcar en Inglaterra. Fue un fracaso ya que los buques ingleses eran más rápidos que los españoles y estaban más unidos aunque en menor número. Pese a ello, la flota arribó en Flandes, pero el embarque de los tercios fue imposible, los rebeldes holandeses desde tierra y los barcos ingleses desde el mar lo impidieron. Para colmo de desgracias una tormenta hizo añicos varias naves, ante nuestras pérdidas el retorno a España fue planeado bordeando las islas británicas por el norte, fue otra mala decisión, el mal tiempo hizo presa a nuestra armada, finalmente cuando llegó la flota a puerto se había perdido cerca de la mitad de naves y soldados. Consecuencias: Yo envié a mis hombres a luchar contra hombres, no contra los elementos.


ASPECTOS POLÍTICOS

En la extensa monarquía hispánica resulta clave el papel de las instituciones para su gobierno.

En la administración central debemos diferenciar el autoritarismo y centralismo castellano con el pactismo o federalismo aragonés.

- CONSEJOS:

Se creó un sistema polisinodial, basado en una serie de consejos territoriales (Castilla, Aragón, Indias-1524-, Italia- 1555-, Portugal- 1582-, o Flandes-1589-) o ministeriales (de Órdenes Militares, de Cruzada, de Hacienda, de Guerra y de Inquisisción). Este sistema, estará coordinado por el Consejo de Estado, a partir de 1526, y por las juntas a partir del s. XVII.

- SECRETARIOS Y VALIDOS:

Fue importante el papel de los secretarios con los Austrias Mayores (Francisco de los Cobos con Carlos I y Mateo Vázquez o Antonio Pérez con Felipe II) y de los validos con los Austrias Menores (Duque de Lerma y Conde - duque de Olivares con felipe III y IV respectivamente).

- AUDIENCIAS Y CHANCILLERÍAS:

El poder judicial quedó en manos de las Audiencias, unas de rango superior como Valladolid y Granada, y otras secundarias como Sevilla, La Coruña o Canarias. Como tribunal supremo quedaba el Consejo de Castilla.

Las Chancillerías se encargaban de la recaudación fiscal.

En Aragón, estas instituciones convivían con el Justicia Mayor, y en América, los virreyes tenían atribuciones fiscales y judiciales, e incluso legislativas.

- CORTES:

Eran la representación del reino ante la monarquía pero, mientras en Castilla quedaron reducidas a 18 provincias (dos procuradores cada una), en Aragón tenían representación los tres estamentos: nobleza, clero y un estado llano dirigido por la burguesía. Mientras en la primera poseían un carácter meramente consultivo y recaudatorio, en la segunda tendría una mayor potestad legislativa y decisoria.

En cuanto a la administración territorial o local, los monarcas se veían en la obligación de nombrar a representantes en los diferentes territorios como:

  • virrey (alter ego del monarca); cargo ocupado por “Grandes de España”, personas de confianza del rey, en amplias demarcaciones como Aragón, Navarra, Nápoles o las posesiones americanas (Perú y Nueva España),
  • gobernador; en América bajo el poder del virrey, y máximo dirigente en otras zonas como Milán o Países Bajos,

A nivel local aparecerán Adelantados, Merinos, Corregidores (ayuntamientos) y Regidores o alcaldes mayores (municipios) en Castilla; y Zalmedinas en Aragón, Bayles o Sobrejunteros en Valencia, dirigidos por sus Fueros y Batlles o Vegueres en Cataluña, liderados por el Consell de Cent y la Generalitat (usatges).



ASPECTOS ECONÓMICOS



LOS RECURSOS ECONÓMICOS DE LOS HABSBURGO

Las arcas del estado de los Austrias fueron creciendo progresivamente, sobre todo en el s.XVI, pero aún así, los gastos fueron siempre mayores debido a sus múltiples empresas militares.

Los ingresos procedían fundamentalmente de:

  • metales preciosos llegados de América (Potosí y Zacatecas),
  • subsidios votados por las Cortes de Castilla,
  • impuestos como la alcabala, aduanas, “millones” en tiempos de Felipe II, etc,
  • rentas abonadas por la iglesia (diezmo, excusado, etc) y las Órdenes Militares,
  • venta de cargos públicos (venalidad),
  • etc.


ASPECTOS ECONÓMICOS

Siglo XVI:

En el siglo XVI se vivirá una gran expansión económica favorecida por el crecimiento de la población (7 millones).

Habrá un crecimiento de la producción agraria con nuevas roturaciones y con el predominio de la “trilogía mediterránea” (trigo, vid y olivo) mientras que la ganadería también llegaría a su cénit con la Mesta.

En cuanto a la industria destaca la textil segoviana, la siderúrgica vizcaína y los astilleros cántabros.

En cuanto al comercio, aunque se mantiene el aragonés por el Mediterráneo y el N. de África y el castellano por el atlántico norte, destacará la “Carrera de Indias” con el monopolio comercial de Sevilla (“Puerto y Puerta de Indias) entre 1503 y 1717 gracias organismos como la Casa de Contratación o el Archivo de Indias.

La llegada de oro y plata americana produjo una mayor circulación monetaria provocando un fenómeno denominado por E.J Hamilton como “Revolución de los Precios”, lo cual lleva a momentos de una fuerte inflación y a la acuñación de moneda de vellón con muy bajo valor.


ASPECTOS CULTURALES

En el siglo XVI se produce el auge de la Iglesia institucional, gracias a labor del

Concilio de Trento (1545 - 1563) y de la Contrarreforma católica.

Los erasmistas (herederos del Humanismo de L.Vives y de la influencia de

Erasmo de Rotterdam) e Iluminados, así como los conversos, se verán

fuertemente perseguidos por la Inquisición, sobre todo a partir del reinado de Felipe II.


La ciencia atravesará su peor momento debido al control que ejerce la Inquisición sobre el pensamiento y sobre la investigación, lo que impide que se pueda desarrollar el conocimiento científico.

En arte:

En arquitectura, sobresale Gil de Hontañón en el Palacio de Monterrey (Salamanca) en la fachada de la Universidad de Alcalá de Henares, obras de estilo Plateresco como el Ayuntamiento de Sevilla, de Diego de Riaño, el Palacio de Carlos V en la Alhambra, de Pedro Machuca y de purismo bramantesco, o el Monasterio del Escorial (1563/1586) de J. de Herrera, en estilo Manierista.

También destacarán las catedrales de Jaén de Andrés de Vandelvira o la de Granada, de Alonso Cano.

La escultura en madera policromada inicia el fructífero camino de la imaginería española, con dos figuras sobresalientes, Alonso Berruguete, que representa el manierismo de influencia italiana, y Juan de Juni, que representa el manierismo de la “cuadratura”.

En la pintura se pasa de la influencia flamenca e italiana (Rafael), a principios de siglo, con Pedro de Berruguete, a la estilización y espiritualización de las figuras durante el último tercio de siglo con el manierismo del Greco (1541 - 1614) y su característico alargamiento de las figuras.

La creación literaria tiene sus precedentes en el siglo XV, con figuras como E. A. de Nebrija, autor de la primera Gramática en lengua castellana en 1492, y Fernando de Rojas con La Celestina en 1499. En el siglo XVI destacarán otros como Garcilaso de la Vega, Alonso de Ercilla (La Araucana), Juan Boscán, etc.

Aparecerán libros de caballería como Amadis de Gaula, la picaresca con el Lazarillo de Tormes, de autor anónimo y con el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, y la mística de carácter religioso , con autores como Santa Teresa de Jesús, Fray Luis de León y San Juan de la Cruz.

Como juristas aparecen Bartolomé de las Casas o Francisco de Vitoria, padre del Derecho Internacional (1512).

El Humanismo estará representado por Juan Luis Vives.